Los contratos de autotransporte son documentos firmados entre cargadores y transportistas que establecen los parámetros y procesos en virtud del cual dos o más empresas trabajan juntos para proporcionar los servicios de transporte de carga. Estos documentos, a menudo preparados por los abogados (con la participación de profesionales de la gestión de la carga), exponen una serie de expectativas de servicio y de los fletes que definen la relación entre las partes. Si bien los acuerdos de transporte de mercancías han entrado en uso generalizado, la pregunta es si y cuando estos documentos son necesarios?
Se podría argumentar que si dos o más partes están operando de buena fe, es lo que necesitan un documento legal para circunscribir la naturaleza de su relación? Si se supone que los cargadores y los transportistas a trabajar juntos como socios en una forma abierta y de confianza, no un acuerdo formal por escrito en el camino de un acuerdo de asociación negocio? ¿Se inhibe la comunicación abierta y honesta?
¿Los acuerdos de autotransporte crean un marco rígido que reduce la flexibilidad? ¿Son perjudiciales para la naturaleza impredecible en algún momento y el líquido de transporte de carga? ¿Un acuerdo formal que sea más difícil para un cargador para obtener equipo adicional o después de horas de servicio? ¿Se colocan las compañías con un conjunto limitado de equipos en una camisa de fuerza? ¿El miedo al castigo o servicio insuficiencia forzar un vehículo para proporcionar equipo y servicio a un cliente (que tiene un contrato) a expensas de otro cliente (que no tiene uno)?
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